Mujeres y hombres adolescentes suelen presentar conductas de autoestimulación genital, las cuales, a diferencia de aquellas que se presentan durante la infancia, suelen incluir fantasías eróticas y la exploración de actividades más elaboradas con el fin de obtener placer. Durante este periodo, la masturbación no sólo es una alternativa para liberar la tensión sexual sino una forma de conocer el cuerpo y su potencial erótico.
Si has tenido la oportunidad de leer algunos post anteriores, habrás notado que hemos mencionado que la autoestimulación genital en sí misma no produce ningún daño, sin embargo, en ocasiones, algunos adolescentes pueden tener creencias erróneas frente a la masturbación o decidir explorar actividades o recursos que pueden poner en riesgo su bienestar o el de personas cercanas. Estas situaciones ameritan que madres, padres y cuidadores ofrezcamos oportunidades a los adolescentes para reflexionar sobre estos aspectos.
Una joven de 14 años pregunta a su madre cómo debe masturbarse una mujer para aliviar el deseo sexual. La madre menciona que no supo qué responder.
¿Qué información acerca de la masturbación consideras importante deben conocer mujeres y hombres adolescentes?
Si bien, se ha asociado la masturbación a diversos beneficios relacionados con el autoconocimiento corporal y la actividad sexual en la vida adulta, la masturbación es una opción personal.
Para buena parte de madres, padres y cuidadores hablar de la masturbación no suele resultar una tarea fácil, si éste es tu caso, considerar algunos de los aspectos que hemos mencionado en post anteriores te pueden facilitar hablar del tema. Si no has tenido la oportunidad de leerlos, te invito a hacerlo antes de continuar.
Hablar acerca de la masturbación es una oportunidad para que madres, padres y cuidadores ofrezcamos criterios de reflexión que les faciliten a los adolescentes tomar decisiones informadas acerca de su actividad sexual. Algunos de los criterios que puedes tener en cuenta al hablar con adolescentes entre 12 y 18 años de edad acerca de la masturbación son los siguientes: a) la masturbación es una opción personal. Independientemente de la opción que elijamos lo importante es que sea el resultado de una decisión personal y no producto de la presión de otros; b) cada persona a lo largo de su vida descubre y experimenta de forma particular el placer, por lo tanto, no hay una formula o técnica estándar acerca de la mejor forma de masturbarse que sea aplicable a todo tipo de persona, grupo o situación, de hecho, para una misma persona, aquello que puede ser placentero en un momento dado puede no serlo en otro; c) al igual que otras actividades que decidimos realizar, también estamos en capacidad de decidir cómo, dónde y cuándo iniciamos o finalizamos la conducta de masturbación, es decir, como otras conductas que realizamos, es una conducta que podemos aprender a regular. Esto es importante tener en cuenta en la educación de la sexualidad de hombres y mujeres, pero particularmente de los hombres, dado que algunas creencias erróneas acerca de la masturbación en hombres refuerzan la idea de que se trata de una conducta incontrolable; d) no toda la información que obtenemos a través de otras personas o de los medios de comunicación acerca de la masturbación es confiable, por lo que vale la pena consultar siempre fuentes confiables. Puedes encontrar algunas fuentes confiables en la sección Para saber más; e) divulgar nuestra intimidad a otras personas, a través de conversaciones, escritos, mensajes, imágenes, videos o cualquier otro medio, puede tener implicaciones a corto, mediano o largo plazo y en ocasiones afectar nuestro bienestar. Si ofreces oportunidades a los adolescentes para reflexionar sobre dichas implicaciones, contribuyes a que tomen mejores decisiones; f) teniendo en cuenta que en ocasiones las personas experimentamos con diversos objetos o recursos que tienen como finalidad brindarnos placer, es importante indicar a los adolescentes evitar su utilización hasta tanto no estén seguros de que dichos recursos no atentan contra su salud y bienestar; g) Enfatizar al adolescente, que, así como él o ella, tiene derecho a que se respete su intimidad, las demás personas también tienen el mismo derecho. Para contribuir a ejercer este derecho es importante garantizar que los adolescentes cuenten con acceso a espacios privados; h) Ofrecer apoyo y oportunidades para que los adolescentes, y en particular las mujeres, quienes con mayor frecuencia son víctimas de acoso y abuso sexual, aprendan a expresar su desagrado frente a la violación de su intimidad, así como a buscar apoyo en situaciones de vulneración de su derecho a la intimidad; i) Demostrarles que pueden contar contigo cuando lo necesiten e informarles a qué personas o instituciones pueden recurrir en situaciones de emergencia.
¿Deseas saber más? Te sugiero estar muy pendiente de nuestro próximo post. Si deseas información sobre algún tema en particular puedes escribirme a través de la sección Contáctame.