Cómo actuar cuando los niños tocan sus genitales, es una pregunta frecuente de madres, padres y cuidadores. Muchos se inquietan cuando observan que niñas o niños se tocan sus genitales no sólo para conocerlos y explorarlos sino para buscar sensaciones agradables. Esta inquietud suele ser resultado del desconocimiento de la fisiología de los genitales, de actitudes negativas hacia estos, del supuesto de que ciertas reacciones solo se presentan en los adultos, o de la idea de que la sexualidad se refiere únicamente a la actividad sexual.
Una mamá consulta porque su hija de tres años toca de manera frecuente sus genitales y pregunta si tendrá algún problema.
¿Conoces en qué consiste la autoestimulación genital?
La autoestimulación genital es una conducta frecuente en niñas y niños, especialmente entre los dos y los cinco años, aunque también puede presentarse un poco antes o un poco después. Al hablar de autoestimulación genital nos referimos a la conducta de tocar o frotar los genitales con la mano, alguna superficie o algún objeto, con el fin de sentir sensaciones agradables.
Aunque es un comportamiento común, no todos los niños lo presentan y como cualquier otro comportamiento, se presenta de manera particular en cada niño de acuerdo a sus condiciones específicas.
Buena parte de padres describe que la autoestimulación genital suele estar acompañada de reacciones como movimientos corporales repetitivos, una actitud absorta, “como ensimismados”, la mirada vacía, entre otras reacciones. Todas estas reacciones son comunes y producto de la fisiología de los genitales, los cuales cuentan con muchas terminaciones nerviosas que los hacen muy sensibles al contacto.
La autoestimulación genital suele ser un comportamiento común en este rango de edad y suele ir disminuyendo hacia los cinco o seis años de edad.
Antes de sugerirte algunos criterios que puedes tener en cuenta cuando te enfrentas por primera vez a la autoestimulación genital de niñas y niños durante la primera infancia, te invito a responder las siguientes preguntas
¿Cómo reaccionarías si alguna vez encuentras a una niña o un niño ensimismado frotando sus brazos o pies, y completamente absorto en dicha actividad?
¿Qué le dirías, si realiza dicha actividad cada vez que hay una reunión familiar?
¿Qué harías si observas que dicha actividad comienza a afectar otras actividades diarias que realizaba antes como jugar, compartir con otras personas o dormir?
Probablemente la misma actitud que seguirías en cada situación descrita anteriormente sería la actitud que podrías asumir frente a la autoestimulación genital por parte de niñas y niños en edad preescolar.
Cuando se presenta la autoestimulación genital, madres, padres y cuidadores tenemos la oportunidad de:
1. Mostrar una actitud tranquila cuando observemos dicho comportamiento, dado que es una conducta natural que no ocasiona ningún daño a los niños. Como menciona la Dra. Elvia Vargas Trujillo en el libro La sexualidad también es cosas de niñas y niños nuestra actitud influye en la aceptación que tendrán niñas y niños de su cuerpo como fuente de placer y no como algo que deben ocultar y del cual deban sentirse avergonzados o culpables.
2. Recordar a niñas y niños que tocarse los genitales es algo que se hace en privado, igual que desnudarse o bañarse. Esto es muy importante porque facilita a los niños aprender qué se considera privado y qué se considera público en el contexto en el que residen y cuáles son las razones de ello.
3. Recordar a niñas y niños que como sucede con cualquier otra parte del cuerpo, debemos tocar los genitales con las manos limpias, y no introducir ningún objeto en ningún orificio del cuerpo incluidos los genitales con el fin de evitar infecciones o accidentes.
4. Si ocurre con frecuencia, podemos preguntar a niñas o niños si tienen alguna molestia en los genitales que debamos conocer y atender.
5. Informar a niñas y niños que ninguna otra persona debe tocar sus genitales y que si sucede es importante que te lo comunique. Es importante que estemos atentos a lo que nos comunican los niños a través de sus palabras, dibujos o juegos, con el fin de descartar la presencia de situaciones a las que algunos niños están expuestos, tales como: acceso a material sexual explícito o situaciones que puedan ser posibles indicadores de abuso. Próximamente encontrarás información sobre este tema en Angelateapoya.
En algunas ocasiones se ha encontrado que la conducta de autoestimulación genital está asociada a otras situaciones como aburrimiento o estrés. En el primer caso, ofrecer a los niños diversas actividades como leer, jugar, pasear o cambiar de actividad puede disminuir el interés de los niños en la autoestimulación, sin embargo, es importante identificar si hay alguna situación que está provocando estrés, y de ser posible eliminar dicha situación o garantizar momentos de escucha, y atención tranquila por parte de sus padres, así como espacios de relajación o actividad física que les permitan a niñas y niños (y a sus cuidadores) disminuir sus niveles de estrés.
Ten en cuenta que el comportamiento de autoestimulación genital en este rango de edad es diferente de otros tipos de comportamientos similares que se presentan en niños mayores o adolescentes y de los cuales hablaremos próximamente.
¿Deseas saber más? Te sugiero estar muy pendiente de nuestro próximo post. Si deseas información sobre algún tema en particular puedes escribirme a través de la sección Contáctame.