Muchos cuidadores se sienten inquietos, avergonzados o incómodos cuando observan que los bebés se tocan sus genitales. En ocasiones reaccionan retirando la mano del niño de sus genitales, mencionándole que eso no se hace o indicándole que tocarse los genitales es algo sucio o desagradable. Otras personas suelen encontrar esta situación divertida, hacen bromas o incluso comentarios que no corresponden al desarrollo de la sexualidad de niñas y niños menores de dos años.
Algunas personas consideran que si un bebé se toca sus genitales puede hacerse daño, empezar a tocarse con más frecuencia que antes si se le permite hacerlo, o tener algún problema. A continuación, encontrarás información que puedes contrastar con tus creencias o actitudes acerca de este tema.
Durante una reunión familiar el bebé se toca insistentemente sus genitales mientras sus padres avergonzados no saben qué hacer.
¿Reaccionas de manera tranquila cuando observas que un bebé se toca sus genitales?
Desde antes de nacer, los bebés ya son capaces de succionar su dedo pulgar, tocarse la cara, tocar sus piernas y genitales, rotar y explorar su cuerpo dentro del reducido espacio en el cual se encuentran, por lo que no es extraño que después del nacimiento rápidamente descubran su rostro, sus manos, sus orejas, sus genitales, sus piernas y pies. Durante el primer año, niñas y niños exploran su cuerpo y las sensaciones que produce mirarlo, tocarlo o moverlo.
Cuando los bebés tienen la oportunidad de estar sin ropa y cuentan con libertad para moverse, en algún momento tocan sus genitales, al igual que otras partes de su cuerpo. Al descubrir sus genitales también descubren que tocarlos puede producir sensaciones agradables.
La autoexploración de los genitales es un comportamiento común en niñas y niños menores de un año, no hace ningún daño y por el contrario, como menciona la Dra. Elvia Vargas Trujillo en el libro La sexualidad también es cosa de niñas y niños: “… es una actividad… que permite al niño o a la niña reconocer su propio cuerpo y diferenciarse del mundo que le rodea”
La autoexploración de los genitales es diferente de la autoestimulación, la cual se presenta con mayor frecuencia, entre los tres y los cinco años de edad aunque también puede presentarse un poco antes o después. Encontrarás información sobre este aspecto en el rango de 3 a 6 años de edad.
La misma reacción que tenemos cuando un bebé descubre por primera vez sus manos o sus pies es la misma reacción que podríamos tener cuando descubre sus genitales.
Recuerda que cuando un bebé se toca sus genitales es una excelente oportunidad para aprender:
1. El nombre correcto de sus genitales, (pene, testículos o vulva) lo cual va a facilitar a los cuidadores explicar más adelante otros procesos que hacen parte del desarrollo de la sexualidad.
2. Que sus genitales son una parte tan importante como cualquier otra parte de su cuerpo, lo cual contribuye a aceptar su cuerpo sin sentimientos de temor o vergüenza.
3. La importancia de explorar, observar y tocar su cuerpo, incluidos sus genitales, con el fin de conocerlos. Aprender esto le facilitará implementar posteriormente, las primeras medidas de autocuidado como asear sus genitales, conocer la importancia de tocar su cuerpo con las manos limpias, no introducir objetos en los orificios del cuerpo, incluidos los genitales, así como identificar algún cambio que pueda ser importante comunicar a sus cuidadores.
¿Deseas saber más? Te sugiero estar muy pendiente de nuestro próximo post. Si deseas información sobre algún tema en particular puedes escribirme a través de la sección Contáctame.